Ciudades en Selva Negra
Otras ciudades en Selva Negra
Villingen
Si puedes y ves que la puedes cuadrar en tu planing de viaje, visita esta pequeña ciudad amurallada.
Se encuentra muy cerquita de un pueblo bastante conocido y que sí aparece en muchas guías de la zona como es Donaueschingen ("donde nace el río Danubio").
Villingen nació en época celta, pero a unos dos kilómetros de la hoy actual ciudad. En la pequeña colina llamada Magadalenenberg se han encontrado restos de aquellos celtas que habitaron en este lugar.
Más adelante fue romana, luego alamana y durante cientos de años perteneció al Sacro Imperio Romano Germánico, convirtiéndose en ese tiempo en Ciudad Imperial.
Sus fuertes murallas resistieron al paso del tiempo y sobre todo las guerras. No pudo ser conquistada durante la Guerra de los Treinta años ni en durante los asedios en el curso de la Guerra de Sucesión española.
En 1805 pasa a formar parte de Württemberg y al año siguiente lo hace al Gran Ducado de Baden.
En 1945 Villingen se rinde sin haber luchado en aquella II Guerra Mundial. Por tanto y gracias a eso, no sufrió la destrucción que sí tuvo Freiburg (Friburgo).
En el año 1972 Villingen se fusionó con la cercana ciudad de Schwenningen, de ahí que cuando busques esta ciudad siempre aparezcan juntas. Pero tienen un pasado muy diferente.
¿Qué ver en Villingen?
- Su bella y pequeña catedral gótica, construida entre los siglos XIII y XVI.
- El ayuntamiento, que lo encontrarás en la misma plaza de la catedral. Edificio construido en el año 1534.
- Sus murallas, las cuales solo conservan su anillo interior. El exterior se perdió, pero se puede apreciar perfectamente por donde transcurría antiguamente, ya que hoy en día es la carretera que rodea el centro histórico. Y el foso, una genial zona verde pegada a la muralla.
- Algunas torres, modificadas y renovadas con el paso del tiempo. Pero que son muchas y una maravilla.
- Las numerosas fuentes. Nuestras favoritas, la de "Romäus" y la que está en la plaza de la catedral.
- Museo franciscano
- Y las buhardillas. Sí sí, mira hacia arriba cuando pasees por Villingen y lo entenderás ;)
Ve a Villingen, no te lo vayas a perder en tu viaje por Selva Negra.
Freudenstadt
Freudenstadt para nosotros es un lugar perfecto para hacer de ella una de vuestras bases (alojamientos) en vuestro viaje por Selva Negra.
- Por su ubicación es genial para visitar desde ahí la zona norte de Selva Negra: la carretera alta de la Selva Negra, el lago Mummel (Mummelsee), las cascadas y monasterio en ruinas de Allerheiligen, la ciudad de Baden-Baden, el pueblo de Altensteig, el pueblo de Calw, el monasterio en ruinas de Hirsau y las atracciones del pueblo de Bad Wildbad.
- También es perfecta para llegar a destinos de la zona centro de Selva Negra: pueblo de Alpirsbach, pueblo de Schiltach, museo de granjas centenarias "Vogtsbauernhof", pueblo y cascadas de Triberg, pueblo de Gengenbach y ciudad de Villingen.
- Y también es genial si queréis pasar un día viendo la cercana región de los Montes suabos, donde hay lugares espectaculares como: pueblo de Rottweil, castillos de Hohenzollern, Sigmaringen y Lichtenstein, ciudad de Tübingen...
Freudenstadt, aunque tenga muy poco que ver, tiene una muy buena oferta hotelera y gastronómica. Por eso siempre la recomendamos como lugar de pernoctación.
¿Qué ver en Freudenstadt?
Fue fundada en el año 1599 por el duque Federico I de Württemberg debido a la gran cantidad de minas abiertas en décadas anteriores por la zona (plata, cobre, hierro, barita...). La ciudad se diseñó según hoy la podéis ver: con su gran plaza en el centro, cuatro grandes calles dividiendo en cuatro partes el casco histórico y en ángulo de 90º.
Eso sí, a pesar de la minería, Freudenstadt en sus inicios fue un lugar pobre. No tuvo dinero para financiar murallas y la peste y guerras durante el siglo XVII la dejaron muy mermada.
A partir de la segunda mitad de ese siglo, finalizada la Guerra de los Treinta años, la cosa cambió. Tras estar casi deshabitada varios años, la gente regresó y se construyó una gran fortaleza. O casi, porque nunca se llegó a terminar en su totalidad.
La minería se detuvo por completo en el año 1784, y tras el paso de franceses, durante el siglo después Freudenstadt se transforma: se convierte en una ciudad llena de artesanos gracias a las nuevas líneas de tren y se construyen hoteles. Muchos hoteles. Personalidades importantes como el rey inglés Jorge V, la reina sueca, el escritor estadounidense Mark Twain... se alojaron en esta pequeña ciudad.
Durante la II Guerra Mundial Freudenstadt fue atacada pocos meses antes del fin de la guerra. Lo hicieron tropas francesas. Casi el 90% fue destruido. La ciudad ardió tres días seguidos. Fallecieron decenas de civiles.
Es por eso que lo verás hoy en día en Freudenstadt es muy nuevo. Una reconstrucción casi total de segunda mitad del siglo XX, donde destaca:
- La plaza del mercado edificada más grande de Alemania, con unas medidas de 219 x 216 metros. Lo malo de esta gigante plaza es que es atravesada por una carretera bien concurrida...
- La iglesia protestante, en una de las esquinas de la gran plaza. Lo curioso de esta iglesia es que tiene forma de "L". Construida por primera vez así en el año 1608, tristemente destruida en II Guerra Mundial. Hoy en día su reconstrucción es bonita pero muy nueva.
- El edificio del ayuntamiento, en otra de las esquinas de la gran plaza.
Como ves, todo está en la plaza del mercado.