En este recinto podrás ver imágenes, objetos y seguir las informaciones mediante el audio o los textos que nos explican cómo fue la II Guerra Mundial y cómo fue aquellos años que transcurrieron desde que se construyó el campo de concentración hasta que fue liberado.
Hay tanto exposiciones temporales como fijas.
Por cierto, este centro se encuentra sobre los restos de otro edificio que construyeron los deportados y llamado "Katoffelkeller", pero del cual se desconoce para qué se utilizó en aquellos años.
Una vez tengas tus entradas y hayas hecho el recorrido que te lleva al exterior, caminarás hasta lo que es realmente la entrada al campo de concentración que se encuentra en el exterior.

Ya en la puerta hecha de madera y alambre te estará esperando un o una trabajadora del lugar para que le enseñes las entradas previamente compradas, así que no la guardes antes.
Tras esta estructura el primer barracón que se conserva es el actual museo del campo de concentración.
Aquí encontrarás más imágenes de lo que fue hace ya más de 80 años, objetos, algunas literas y una maqueta.
Este barracón es museo desde el año 1965, aunque en 1976 quedó destruido tras un incendio provocado. 

Entre los dos barracones de la parte superior se encuentra una plaza que era desde donde se "pasaba revista" es decir, se contaba a los prisioneros, se les veía su aspecto y se les seleccionaba para las tareas de ese día.
Además, como ves hay una horca. No hace falta decir para que era utilizada...
Justo a tu espalda se encuentra el monumento "Mémorial National". Luego te contamos más sobre él, pero primero te recomiendo que desciendas hacia los edificios que se encuentran más abajo. Entre medias verás el lugar donde se situaban los otros barracones, hoy ya inexistentes.

El edificio que hay a la derecha, ya una vez en la parte baja del campo de concentración, es el crematorio.
Eso sí, no fue crematorio como tal hasta octubre de 1943. Antes fue la sala de admisión al campo, donde desvestían, registraban y bañaban a los nuevos deportados. Luego ya pasó a ser crematorio, lugar donde quemaban el cuerpo de los fallecidos. Sus cenizas eran llevadas posteriormente al hoy llamado "Cenicero", donde eran esparcidas.
En este lugar también se hicieron experimentos de todo tipo con los prisioneros.

Lo dicho, en este lugar entre los dos barracones que hay en la zona norte del campo, se encuentra la fosa donde fueron esparcidas las cenizas de las personas fallecidas.
Hoy, detrás de la fosa, se encuentra el "muro del recuerdo", donde hay varias placas conmemorativas. Y en el suelo la inscripción: "Honor y Patria, con huesos humillados".

Si ya de por sí este campo de concentración fue una prisión, tenían además un barracón utilizado para ser algo así como la cárcel de la prisión. Era hasta 20 celdas donde imagínate el tipo de castigos que sufrían aquellas personas...

De vuelta ya a la parte más alta del campo de concentración está ese gigante monumento visible desde muy muy lejos. Representa una llama y si te fijas se asemeja a la silueta demacrada de un deportado. Mide 60 metros.

A sus pies, tumbado, se encuentra "el cuerpo del deportado desconocido", símbolo de las víctimas de deportación, no solo en Struthof, si no por toda Europa. Además, hay 14 urnas que contienen tierra o cenizas anónimas de algunos campos de concentración alemanes.
La necrópolis tiene 1116 tumbas de franceses y extranjeros muertos en campos de concentración. 

La visita aún no ha terminado, a pesar de que ya en el recinto propio del campo de concentración lo hayas visto todo.
De camino al aparcamiento se encuentra la llamada "linterna de los muertos". Está permanente prendida para rendir homenaje a todos los desaparecidos. En este lugar, antes de ser un sitio de homenaje, fue usado por los nazis como huerto del campamento. Usaban las cenizas de los fallecidos como abono.