Castillo Haut-Koenigsbourg

Una de las joyas alsacianas y uno de los monumentos más visitados de toda Francia. Así de espectacular es este castillo que gobierna toda la región y que es visible desde casi cualquier punto debido a su situación, sobre una montaña a 757 metros de altitud y con una silueta totalmente reconocible.

Fue construido en el siglo XII como uno más de la gran línea defensiva que diseñó y llevó a la práctica la familia Hohenstaufen, algunos de ellos en terrenos que ni les pertenecían. Este castillo en particular, al estar en lo que hoy en día es el límite de las regiones del Alto y Bajo Rin, sirvió gracias a sus dos enormes torres para controlar el paso entre el sur y el norte de Alsacia.

Ya en el siglo XIII los Duques de Lorena aprovecharon la debilidad de los Hohenstaufen y se hicieron con el castillo, pero fue confiado a familias poderosas de la zona. Y así fue hasta el año 1462. Fue conquistado e incendiado por un grupo de bandoleros provenientes de las ciudades de Basilea, Colmar y Estrasburgo.

Tras este episodio la familia Thierstein tomó el castillo, lo reconstruyó y lo amplió construyendo el Gran Bastión.
Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, compró el castillo en el año 1517 tras la muerte del último Thierstein.

En 1633 los suecos llegaron a Alsacia y se hicieron con el castillo. Lo destruyeron, quemaron y abandonaron.

A finales del siglo XIX, la ciudad de Sélestat compró esas ruinas y años después se las regaló al emperador Guillermo II de Hohenzollern, quien ordenó reconstruirlo, restaurarlo y abrirlo como museo.

Información sobre el Haut-Koenigsbourg

Ubicación y distancias con otros lugares.

Está situada en el departamento del Bajo-Rin, en el interior de las montañas alsacianas de los Vosgos y a unos 57 kilómetros al suroeste de Estrasburgo y a 25 kilómetros al norte de Colmar.
La última parte, la subida hacia el castillo la podrás hacer por dos rutas:

  • La que nace del pueblo de Kientzheim, si vienes directamente desde Estrasburgo.
  • La que sale del pueblo de Saint-Hippolyte si vienes de la zona de Colmar.

El pueblo de Bergheim está a ocho kilómetros y Dambach-la-Ville a unos 15.

Aparcamientos

Podrás dejar el coche bien cerca de la entrada del castillo, si encuentras sitio, ya que hay bastante parking a los lados de la carretera. Si no, la segunda opción es dejarlo en una pequeña explanada un pelín más abajo, y por tanto deberás hacer un tramo en subida andando.
Aparcamientos, todos, gratuitos.

Horarios de apertura año 2024

El castillo está abierto todo el año, de lunes a domingo. Pero eso sí, dependiendo del mes tiene diferentes horarios:

  • Enero, febrero, noviembre y diciembre: abierto de 09:30 a 12:00 y de 13:15 a 17:15 horas.
  • Marzo y octubre: abierto de 09:30 a 17:45 horas.
  • Abril, mayo y septiembre: abierto de 09:15 a 18:00 horas.
  • Junio, julio y agosto: abierto de 09:15 a 18:45 horas.

* Todos los lunes del año abre a las 10:30 horas.
** Último acceso una hora antes del cierre.
*** No está abierto el 1 de enero, el 16 de octubre, el 25 de diciembre y el 26 de diciembre.

Precios de la entrada año 2024

Mayores de 18 años de edad, 12€
Menores de 18 y mayores de 6 años de edad, 8€
Familias, dos adultos y dos niños, 30€ en total
Gratuita para menores de 6 años de edad

La visita al castillo

Podrás comprar la o las entradas por vía online y de manera presencial en las taquillas del castillo.
Aquí te dejamos el enlace para la compra online:

https://tickets.haut-koenigsbourg.fr/fr-FR/accueil

* La página solamente está en francés, alemán e inglés.
Nuestra recomendación es que lo visites a primera hora de la mañana. Que sea la primera visita del día. Te ahorrarás la cantidad de gente que va luego y muy importante, no tendrás ese estrés a lo largo del día. Nos referimos a eso de... Venga, que aún tenemos que ir al castillo, no te entretengas...
De esta manera, como es la única visita del día que tiene horarios el resto lo harás de manera más calmada.

La entrada al castillo

Ya, antes de entra al castillo tienes unas vistas espectaculares de la llanura del Rin y de las montañas de Selva Negra, así que cuenta que alguna foto ya lanzarás en este lugar. Es una maravilla siempre y cuando salga un día soleado :)

Desde que dejas atrás la carretera y vas de camino hacia la entrada del castillo... una palabra. IMPRESIONA.
Impresiona los muros, impresiona los baluartes e impresiona los bastiones que tienes encima de tu cabeza.
Y ahí está, la torre-puerta de entrada con el escudo de armas de los Hohenzollern y de Carlos V, que recuerda que el castillo fue restaurado en la época del emperador Guillermo II cuando la región pertenecía a la antigua Alemania (al Sacro Imperio Romano Germánico).

- Patio interior y Puerta del León

En este precioso patio interior, que da acceso a las habitaciones y salones del castillo, hay un bello pozo, copia de uno del siglo XV que antiguamente estaba en el pueblo de Eguisheim. También verás un molino y una casa con entramado de madera típica alsaciana.
Una vez atravieses la Puerta del León, darás de lleno a un espectacular puente levadizo que da directamente a la primera planta del castillo.

Habitaciones y salones del castillo

Para llegar a esta zona del castillo deberás mostrar la entrada al mismo, y después atravesar esa Puerta del León de la que antes te hablamos. Puerta que esconde un primer tesoro, un espectacular pozo de hasta 62 metros de profundidad.
Divididas en dos plantas, la residencia de los señores del castillo (que ha tenido varios a lo largo de su historia), encontrarás la cocina, una capilla, la armería, la bodega, una recepción y la gran sala, entre otras estancias.
Fíjate en las bellísimas estufas de hierro fundido, son una pasada.
La Salle du Kaiser es la joya interior del castillo. Es la gran sala o el salón de honor. Destaca en ella la enorme pintura del techo que representa el águila imperial. En las alas del águila están pintadas las armas de los electores del Sacro Imperio Romano Germánico, y en su corazón el escudo de armas de los Hohenzollern.

El gran Bastión

Es la parte más alta del castillo a la que se accede desde el edificio de las habitaciones y salones atravesando un bello jardín.
Allí, además de poder disfrutar de unas vistas espectaculares hacia la llanura del Rin, las montañas de Selva Negra y las propias montañas de los Vosgos, podrás ver una gran colección de cañones de los siglos XVI y XVII (copias todos ellos).
Tiene dos torres de vigilancia, por tanto lo dicho, las vistas son 360º.
Estas vistas permitían proteger el castillo gracias a los cañones situados en cada flanco.

El jardín medieval y final de la visita

La bajada desde el Gran Bastión hasta la salida se hace por la zona norte del castillo, donde hay un jardín medieval con plantas medicinales. Saldrás directamente al patio interior del castillo, donde está la tienda de regalos y el primer pozo.

Una restauración en entredicho

Muchos querían en aquella época que el castillo se hubiera quedado en estado de ruina como lo están la mayoría de fortalezas alsacianas hoy en día. Preferían el encantado de unas ruinas al castillo reconstruido (algo muy parecido sucedió en la preciosa ciudad de alemana de Heidelberg con su castillo, solo que ahí lo dejaron en ruinas).
Y una vez reconstruido los detractores notaron muchos elementos eran imaginación del arquitecto y que nunca estuvieron en ese castillo anteriormente. Entre ellos aún se discute cosillas de la Sala del Kaiser, la puerta de entrada, el aspecto de alguna torre, el molino... y el trabajo de la piedra en todo el conjunto.
Pero claro, también los hay, y bastantes, que dicen que está genial. Que la época de su reconstrucción es muy diferente a la de cientos de años atrás, y que en general está fetén.
Ahora te toca a ti descubrirlo, disfrutarlo y posteriormente opinar sobre este castillo, que es sin duda el más espectacular de toda Alsacia.